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Last Christmas

La temporada navideña nos trae una nueva película de Paul Feig, que tiene mucho mensaje y va más allá de la comedia romántica tradicional.

 


Quizá la etiqueta de “comercial” hace que no estemos dándole un buen lugar a Paul Feig. El director proveniente de Michigan inició su carrera con el drama llamado I am David en el 2003, pero fue hasta el 2011 que con Bridesmaids, de la mano de Kristen Wiig (The secret life of Walter Mitty, Where'd You Go Bernadette) como guionista y protagonista y teniendo a Judd Apatow (The 40-year-old-virgn, Get him to the Greek) como productor, tuvo un éxito arrasador. La comedia que nos contaba las vicisitudes de 6 mujeres por demás diferentes y su comportamiento antes de una boda fue una agradable sorpresa para un público que de ahí en adelante recibió divertidos filmes por parte de este Feig (que tenía en Melissa McCarthy a su amuleto). De ahí brincó a la tan mencionada Gosthbusters (2016), que, como sabemos, generó muchos comentarios negativos por parte de fanáticos de la saga original, pero que fue relevante y significativa por su cast de talentosas comediantes y su provocativa propuesta. Un par de años después regresó a las pantallas adaptando la novela de Darcey Bell llamada A simple favor, a la cual decidió darle un twist al convertir el thriller que originalmente era en una comedia negra. Y es que él lo ha dicho, no le gustan los finales deprimentes ni desalentadores, prefiere aquellos en los que la esperanza o las pequeñas victorias prevalecen.



Este invierno llega a las carteleras con su nueva película, llamada Last Christmas. Escrita por Emma Thompson (quien también actúa dentro del filme), es la historia de Kate (Emilia Clarke), una chica que trabaja como empleada en una tienda navideña aunque su verdadero sueño es ser cantante. No cuida en absoluto su salud, tiene una pobre relación con su familia y toma malas decisiones, hasta que en un golpe de suerte conoce a Tom (Henry Golding), quien con pequeños detalles y muestras de cariño le enseña a Kate que hay otras formas de convivir con la gente que la rodea y que puede ser una mejor versión de sí misma... Suena a cliché (uno muy malo) y a una genérica comedia romántica, ¿no? Pues no es así, Last Christmas va mucho más allá de lo que el tráiler nos deja ver. Basada en la canción de George Michael (quien fue consultado por Emma cuando comenzó a hacer el guión 8 años atrás y le dio el visto bueno), es una historia que no se centra en el vínculo romántico sino en la protagonista, a quien buscaron representar como una mujer real (en vez de seguir con el gastado patrón de las chicas “perfectas”): Kate es una mujer con altibajos, risas, llantos y aflicciones como cualquier otra; deja ver su debilidades y no busca ser un ejemplo, trata más bien de sobrevivir de acuerdo a sus circunstancias. Su familia está compuesta por personas sobreprotectoras, desesperantes y obstinadas... como todas las familias que conocemos en la vida diaria. Su historia se desarrolla en preciosos lugares de Londres pero no hacen que se sienta irreal, sólo se encargan de encuadrar bellamente la Navidad; y a pesar de que su mensaje siempre es positivo y de superación, se toma el tiempo para sensibilizar a la audiencia en temas difíciles como precariedades, racismo, ayuda al prójimo e inclusión.


Se agradece enormemente que el trabajo de Paul Feig deje de lado la estructura de las comedias románticas tradicionales. Es bueno apreciar y darle importancia a las películas que, sin perder la dulzura, tengan un mensaje que valga la pena propagar (especialmente si podemos aprovecharnos de estas fechas).




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