Este año vi aproximadamente 140 películas, les comparto mi lista con 20 como mis favoritas del 2019.
Quise hacer una lista que no trajera una numeración, porque creo fielmente que no se trata de hacer competir entre ellas a las películas que nos hicieron felices en el año, sino compartírselas al mundo con el fin de que los espectadores las busquen y se enamoren de ellas como nosotros lo hicimos. Intenté hacer una lista de diez, pero fue un gran año y no me pareció justo dejar a varias buenas afuera. Dado el contexto, les dejo aquí mis 20 consentidas del 2019:
The Favourite, Yorgos Lanthimos. Olivia Colman fue una absoluta delicia, Stone y Weisz estuvieron maravillosas. Divertida y espeluznante, incómoda pero disfrutable. Yorgos suavizado pero no menos fabuloso.
Clímax, Gaspar Noé. Qué difícil y desesperante ver los efectos de las drogas en diferentes situaciones y personalidades. Hace que se quiten las ganas de irse de fiesta. Los colores y la fotografía son absorbentes.
Arabia, Joao Dumaris/Affonso Uchoa. La marginación vista desde dos perspectivas: la joven que no tiene experiencia, y la clase trabajadora que ya está cansada. El momento revelación es necesariamente difícil.
Distancias Cortas, Alejandro Guzmán Álvarez. Un hombre solo encuentra amistad y ganas de salir de su encierro en un chico que parece su antítesis. Se les une un tercero igual de encantador, y toda la trama es enternecedora e inolvidable.
Burning, Lee Chang Dong. Un cuento intrigante que en pantalla se vuelve prácticamente una pesadilla. Lo más valioso es la posibilidad de sus variadas interpretaciones.
Leto, Kirill Serebrennikov. El contexto político es tan importante como el legado musical. El postpunk tiene aquí un significado especial, es rico en enseñanza anárquica y a la vez provoca nostalgia porque ningún otro género posee esa alma.
Us, Jordan Peele. El director volvió a la carga con temas raciales y crítica a la sociedad gringa, pero con una Lupita Nyong’o terrorífica y una trama con tintes de Funny Games.
La caótica vida de Nada Kadic, Marta Hernaiz. Los que no tenemos hijos no dimensionamos lo complicado que puede ser educarlos y cuidarlos. Si a esto le añadimos el factor del autismo, nos queda una película hermosa, estresante y magistral.
Diamantino, Gabriel Abrantes/Daniel Shmidt. Sí es una parodia de Cristiano Ronaldo, pero en cine de género y con perritos gigantes. Locura absoluta muy bien realizada y se disfruta todo el tiempo el delirio.
La casa lobo, Cristobal León/Joaquín Cociña. Lo que sucedió en la colonia Dignidad ya fue de por sí horroroso, pero trasladado a un nivel de animación increíble y surreal se vuelve terror sofocante e impresionante.
El cuento de las comadrejas, Juan José Campanella. Inteligentísima y divertidísima. Hace burla a los personajes de la industria cinematográfica y al mismo tiempo los vuelve héroes. Disfrutable para cualquier público.
High life, Claire Denis. Es una distopía complicada de ver, pero ese es uno de los factores que la hace tan interesante. Robert Pattinson y Juliette Binoche, espectaculares. Humanidad expresada en varios sentidos.
Midsommar, Ari Aster. Mucha luz, flores por doquier y una comunidad que recibe a todos con los brazos abiertos: La descripción de la felicidad vuelta terror, desesperación y locura.
Conveyor belt, Alexia Roider. Película chipriota que prácticamente carece de dialogo, y eso la vuelve una belleza visual y narrativa. El mejor ejemplo para entender que muchas veces las palabras están de más.
Una taza de café de seis dólares, Alejandro Díaz/Andrés Ibáñez. Siendo de una bebida tan popular alrededor del mundo, qué hermoso es que dos valientes hayan filmado lo que hay detrás, su importancia y sus dificultades. Es obligatoria.
Thunder Road, Jim Cummings. Jim lo hace todo y lo hace estupendamente bien. La moraleja es contundente y enternecedora: Está bien estar mal, siempre es posible salir adelante.
Parasite, Bong Joon Ho. Es perfecta. Emocionante, inteligente y cautivadora. Gran crítica social sin perder el toque de comedia y de thriller. La que considero la mejor película del año.
Bacurau, Julian Dornelles/Kleber Mendoca. Retrato de un pueblito al que su gobierno tiene abandonado. Tiene sangre, locura, hermandad, y la enseñanza de que la historia y la valentía deben ser los estandartes de toda sociedad.
Border, Ali Abbasi. Qué ganas de incomodar a la gente para dar un mensaje tan bonito. Qué bueno que Abbasi lo hizo, porque eso llena de matices y reflexiones a esta gran película.
Portrait of a lady on fire, Celine Sciamma. Dos mujeres de otro siglo siendo eso, mujeres comunes. Felices y enamoradas, sin pretensiones ni apariencias. A pesar de las dificultades sociales, se centra en la pureza de los sentimientos.